sábado, 20 de agosto de 2016

La infame plastilina de nuestra infancia


En nuestra tierna infancia nadie se libró de jugar con esa plastilina arcaica, grumosa y de olor sospechoso que, aunque en su envoltorio original venía en barras de diferentes colores, a poco que construyeses figuras que contuvieran varios tonos, terminaría toda adquiriendo una apariencia pardusca, objetivamente fea, que sólo servía para fabricar montañas o formas indefinidas sin color y terminaran, inevitablemente, en una caja junto a otras bolas fosilizadas de similares experiencias anteriores.

Resultaba también que, en nuestra infinita inocencia, tratábamos de convertir esa masa acromática en algo más atractivo mezclándole como solución desesperada otros tonos. Así, por ejemplo, le sumábamos el blanco con intención de aclararlo o el negro para oscurecerlo pero, misterios de la química, mantenía imperturbable su fealdad.

A lo largo de estos últimos años hemos confirmado, y los jueces constatado, todas nuestras sospechas: El Partido Popular es una organización delictiva que, amparándose en la política, ha robado como entidad o mediante un buen número de sus miembros, importantísimas cantidades de dinero público, detraídas de los presupuestos usando distintos procedimientos del más tosco al más sofisticado; con el único objetivo de su enriquecimiento ilícito, para las personas, y su financiación ilegal para la institución. El alcance de este latrocinio aún es desconocido en su cantidad, los datos que se van conociendo dejan pequeños los peores augurios, y afecta a todo el territorio nacional. Que no hay lugar ni presupuesto sin mordida, es tan duro, triste e indignante como cierto.

Ahora nos vienen con el cuento de que, una barrita, supongamos que noble y bienintencionada, de color naranja, va a mezclarse con esa ameba informe; que fagocita todos los presupuestos y servicios que caen en sus manos, color indefinido, tacto grumoso y olor sospechoso mezcla de alcanfor, incienso y colonia cara; con la inocente intención de aclarar su tono y mejorar su aspecto y prestaciones.


¿De qué color crees que terminará esa “inocente” barrita naranja? Pues eso...

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