domingo, 2 de marzo de 2014

¡Viva el Carnaval!


La fila era a la diversidad lo que un bazar chino a las menudencias: Delante de Pepe estaba un Indiana Jones provisto de sombrero, chaleco, botas y sombrero; algo más adelante una princesa de vestido inmaculado y tiara ostentosa precedida por un vaquero del oeste que miraba desolado a otro similar tres puestos más allá.  Tras Pepe, esperaba pacientemente una notable representación de la aldea de Asterix seguida por un monje, dos geishas y un pitufo que charlaba animadamente con un Buda venido a menos.  El Baile de Carnaval prometía, otro año más, ser un éxito.

Una vez dentro del salón, todos deambulaban en una improvisada coreografía de masticación de canapés, torpes movimientos al son de la música y bebidas de baratillo servidas en vasos de plástico.  En medio de la multitud, el disfraz de Pepe destacaba por lo acertado de la caracterización y la elección del vestuario:  Un traje raído, de color indefinible, plagado de manchas estratégicamente distribuidas, unos zapatos polvorientos abiertos en la punta que dejaban ver unos calcetines por los que asomaban un par de dedos, unos mitones improvisados con lo que, una vez, fueron guantes, una corbata negra anudada con descuido alrededor del cuello de una camisa arrugada y, coronando el conjunto, un sobrero de copa descapotado.

Lo que causaba más admiración de Pepe era el conseguido efecto de piel curtida por el frío, plagada de arrugas que rodeaban unos labios resecos y los ojos pequeños, encogidos y lagrimosos que miraban con curiosidad lo que ocurría alrededor.  Algunos aplaudían a su paso y, los más atrevidos, se acercaban a felicitarle y preguntarle cómo lo había conseguido.  “La experiencia…” respondía con timidez mientras atacaba otra bandeja de canapés y cambiaba una copa vacía por otra de cava ya sin burbujas.


Cuando el maestro de ceremonias tomó el micrófono para ir llamando a los premiados a subir al escenario, Pepe se escabulló discretamente por una puerta lateral sin mirar atrás.  Le encanta el Carnaval, en el albergue no se come tan bien…


1 comentario:

Ron Berserker dijo...

Si desean saber el origen del carnaval, pueden verlo en: kristosluz.blogspot.com
Saludos.