jueves, 15 de marzo de 2012

“SIN EUROS NO HAY MEDICINAS”. UNA PELÍCULA DE TERROR


Un fondo musical presidido por percusión y metales antecede a la imagen. Se diluye el título en una selva frondosa poblada por grandes árboles y arbustos enmarañados de porte medio con grandes hojas verdes y tallos carnosos. In crescendo, un intermitente “Tchac-Tchac” salpicado de los resoplidos propios de una respiración trabajosa avanza la siguiente escena: Se adivina un movimiento, primero tenue, que va en aumento y las ramas caen ante el tajo implacable de un machete manejado con mano diestra.

Plano medio en traveling corto: Refulge fugazmente el paso de una acerada hoja filosa y, tras ella, el rostro sudoroso de Artur Más, coronado por un sombrero de ala ancha empapado de savia, agua y sudor. De los bolsillos de su sahariana sobresalen los bordes ajados de las páginas del Estatut. Él, tras una pausa breve para coge aire, continúa desbrozando el camino imaginario; inexistente hasta hoy.

Plano cenital panorámico: Mariano Rajoy sigue la senda abierta por Mas, distraído a veces por pájaros, mariposas o la floresta exuberante. Tras él, avanza penosamente la comitiva de ministros portando sobre su cabeza los pesados fardos de los Presupuestos Generales del Estado aún desconocidos para el mundo…

Toda una película de aventuras.

La realidad, sin embargo, troca el carácter épico del film por una realidad tan tozuda como rebelde. Las películas para Hollywood.

Pongamos por caso que voy a un hotel en el que, a la hora de reservar, he pagado el precio correspondiente al alojamiento y el suplemento de pensión completa; esto es, la cantidad estipulada para cubrir los gastos de desayuno, comida y cena. Hasta ahí todo bien. Lo cabreante es que, al terminar la estancia, me espere el director del establecimiento con una factura por los alimentos consumidos. Como mínimo tenemos unas voces. algo así es el mal llamado Copago.

El President ha perpetrado la tropelía, bajo la mirada aquiescente de Alicia Sánchez Camacho, de instaurar el copago –repago- en la sanidad catalana y Montoro, hombre sagaz para los dineros, le ha dicho a Mariano: Ese es el camino.

Habemus jodienda.

Otros rumores circulan a la velocidad de la pólvora: Subidas de precios primaverales en electricidad, gas, agua, transportes públicos, combustibles, etc. que, por efecto dominó, afectarán a toda la economía nacional. Estimo sumamente apropiado aprovechar unas circunstancias económicas como las actuales para aplicar subidas de precios en cascada. La gente no tiene un duro y, lo poco que queda, se dedica a pagar los servicios esenciales. Si, a la penuria, añadimos un componente más de preocupación, las clases medias/bajas (trabajadores) se lo pensarán muy mucho antes de quejarse, movilizarse o pararse en redondo, no vaya a ser que, de comer Pan y Mierda, nos quiten el pan.

¿Van por ahí los tiros?

La Derechona pudiente está pasando de Crecida a Soberbia ¿Les vamos a bajar los humos de una vez por todas…?

Curiosidad: El País publicaba hoy en 1ª página, a dos columnas, la aplicación de copago en Cataluña. El Mundo distraía con no sé qué hipotética consulta y, la noticia del copago, la reservaba a un faldón en página 8.

Pues así todo. Hablamos el día 29.

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