Ahora empezamos a evaluar el alcance de esa defensa encendida que el Partido Popular viene haciendo de la familia. Al parecer se trataba –se trata- de la suya, de dar acomodo laboral a esos familiares que todos tenemos y que se podrían clasificar en:
Vamos a aprovechar ahora que podemos: El chalé en Aravaca, el BMW, el apartamento en el centro, la villa en Niza, el personal de servicio y el fondo de armario que con tanto sacrificio hemos conseguido, no se pagan solos. La vocación de servicio público no es incompatible con forrarse el riñón y la ocasión la pintan calva (con caracolillos en la nuca).
Necesito alguien de mi confianza: Los funcionarios son muy cansinos, siempre empeñados en seguir los procedimientos establecidos y las cautelas que marca la ley. Para los proyectos que queremos ejecutar debemos tener al lado a personas, con habilidades en prestidigitación, que nos guarden las espaldas por un generoso estipendio y, si fuera necesario, se coman el marrón.
Mira a ver Fulanito que es muy listo: En toda familia hay un pariente tan listo, tan listo que nadie le comprende y, por supuesto, nadie le contrata. Ha salido tarifando de cada empleo y paga su frustración con quien tenga cerca. De damos un cargo de asesoría, que no compromete a nada y, mientras está torturando trabajadores, nos deja tranquilos un ratito.
Ya tengo a mi niño colocado: Está todo muy malito y mi niño, después de haberme gastado un dineral en la carrera, no hace otra cosa que cambiar de coche, irse a esquiar a los Alpes y fundirse mi herencia en vida. Un puesto de alto ejecutivo tendrá un doble efecto; por una parte gana un sueldo acorde con su nivel de vida y por otra, mientras está en el trabajo no está gastando, que la criatura es un pozo sin fondo.
El caso es que esa Administración que prometían compuesta por los mejores, atendiendo a criterios de mérito y capacidad; que no discuto yo que esta gente tenga preparación pero, en España alguien más habrá, creo yo; esos criterios, decía, han quedado en un segundo o tercer plano, como tantas otras cosas prometidas en su momento.
Me cuentan que sólo han salido a la luz los casos más evidentes pero hay departamentos donde, en vez de organigrama, usan el árbol genealógico.
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