martes, 7 de febrero de 2012

LAS ENCUESTAS LAS (EN)CARGA EL DIABLO


Tengo un amigo que compensa lo poco generosa que fue con él la naturaleza con una antipatía a prueba de Testigos de Jehová.  Hace unos días; para ser más preciso, unas noches; estaba tomando el enésimo gin tonic en su garito de referencia cuando se le acercó una muchacha atractiva de sonrisa luminosa: 

-¿Tienes cinco minutos?- Le preguntó a la vez que se acodaba en la barra. 

–Cinco, cincuenta o quinientos si quieres-  Respondió buscando, con el rabillo del ojo, alguna cámara oculta que justificase el interés de una diosa como esa hacia un paria como él.  Sonrió y se acomodó en el taburete frente a su ninfa:

-¿Qué quieres saber?
-¿Te consideras un hombre promiscuo o alguien con dificultad para mantener relaciones sexuales?
-¿Con otras personas, dices?
-Si, claro
-¿Cuándo ves a Rafa Nadal piensas que ha nacido para el deporte?  Pues, cuando me ven a mí, piensan que he nacido para el celibato.  Estoy por estrenar.
-¿Aceptarías tener una relación sexual conmigo a cambio de que, tu alma, sufra toda la eternidad atormentada por las peores torturas que se puedan imaginar?
-¿Dónde hay que firmar? …

Esta hipotética recreación literaria debe guardar un cierto paralelismo con la encuesta que, nuestro nunca bien ponderado Pedro J., publica hoy en El Mundo:  Un 65 % de los parados aceptaría un contrato indefinido con una indemnización de 20 días.

Además, santifica los llamados “minijobs” que es la forma moderna de llamar a la esclavitud de carnes jóvenes en puestos de trabajo que ¡Oh, milagro! ahora no existen.

Yo pongo sobre la mesa una alternativa, mirad a ver… http://untristetigre.blogspot.com/2011/12/la-ley-del-20.html

¿Qué llamamos “despido por razones objetivas”?  ¿Por qué se resisten los empresarios, como gato panza arriba, a aceptar la norma europea que les obliga a reinvertir, un porcentaje mínimo demostrable en la empresa, en caso de beneficios en vez de exprimir el limón hasta la última gota de zumo?

Estoy esperando a ver el video de Pedro J. ofreciendo un suculento y humeante plato de cordero asado, con la advertencia de un seguro brote de botulismo, a las personas que viven en la calle pasando hambre.  ¿Aceptarían 7 de cada 10 o todos?

La semana pasada cobró fuerza un rumor que afirmaba que nuestro amigo Ramírez reclamaba una financiación pública, vía subvención, para mantener la viabilidad de su empresa con el argumento incontestable de:  “Es que está todo mu malito”.

¿Habrá conseguido ya nuevos inversores?

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