Ya sé que autocitarse es cosa de pedantes, pero ¿si viene a cuento? Decía en la introducción del Ficcionario que una operación de limpieza es un éxito cuando la basura queda resplandeciente. Algo similar sucede con la situación socioeconómica que nos rodea; todas las medidas que se han adoptado para la crisis han sido un éxito, la maldita crisis se ha reforzado de tal manera que está a “dos Actimeles de la inmortalidad” (como reza el grupo de Facebook).
En la entrada de ayer afirmaba que, la facción gubernamental que perpetra asuntos económicos, estaba de reflejos a la par que el paramecio y no pillaba las indirectas que venían del exterior ni tatuándoselas en la frente. ¿Torpeza o error calculado?
Hay pinturas rupestres, salpicadas por nuestra “Piel de Uro” que muestran a los primeros protoempresarios hispanos de la humanidad reclamando dolorosamente un abaratamiento del despido. Ahora, miles de años después, parece que van a conseguir un despido a precio de saldo y, aduciendo situaciones subjetivas de la empresa, prácticamente discrecional. No nos engañemos, no se creará empleo hasta que se salgan con la suya. Se lo han puesto a huevo.
No va a terminar ahí la broma, ojalá. La ocasión la pintan calva para, de paso que se pasa la gestión de las infraestructuras sanitarias a empresas privadas sin vinculación con el sector, otorgar a los enfermos el papel de sospechosos y, por buenas componendas, hacerles pagar una parte de la atención recibida (que irá creciendo con el tiempo) y de las medicinas necesarias, en el caso de los pensionistas.
Qué es eso del derecho a una enseñanza pública de calidad, universal y gratuita, con la cantidad de guarderías, colegios, institutos y universidades privadas es están proliferando a la espera del maná liberal. El que quiera calidad que la pague y el que no ya va apañado con las cuatro reglas, eso sí, en versión 2.0 y bilingüe, faltaría más.
La introducción de tasas en la justicia merece un post aparte pero, me temo, pretenden terminar con el sempiterno atasco y retraso judicial eliminando de la ecuación la parte más necesitada de la sociedad.
La banca, auténtica causante de este calvario, sigue en su posición inmóvil, rallando el Dontancredismo, a la espera de nuevas instrucciones. Esto se está poniendo a huevo para dejar España convertida en un legalizado Patio de Monipodio y, si nadie les para, la única salida a la crisis que vamos a encontrar es en dirección a la miseria.
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