domingo, 8 de enero de 2012

“PREVISIBLE” Y “SENSATO”

En la eterna campaña electoral que hemos sufrido pacientemente durante los últimos cuatro años, han sido dos los, pretendidos conceptos virtuosos del Partido Popular, más repetidos por Mariano Rajoy:  “Previsible” y “sensato”.

El segundo Consejo de Ministros, el de la rueda de prensa coral, ya se ocupó de fundir la previsibilidad y verter el metal resultante en el molde de la subida de impuestos.  ¿Era previsible que Rajoy subiera los impuestos?  Después de las invectivas urbi et orbe esparcidas por todos los territorios cristianizados, contra el aumento de las tasas por rentas (al parecer, si era posible con las de trabajo que no con las de capitales), no queda mucho de esa tarareada cualidad.  ¿La formación que más presume de ser previsible pecó de falta de previsión?  Cosas que pasan.

Lo que no admite discusión es el segundo ingrediente del cóctel: La sensatez.  ¿Seguro?

Hoy, como media España, disfrutaba de la comida dominical mientras veía el Telediario cuando una noticia me ha hecho atragantar e, inmediatamente después, comprobar en el calendario que no ha habido una ruptura en el continuo espacio-tiempo y hemos vuelto al 28 de diciembre.

La noticia, más o menos, decía lo siguiente:  Para asegurar el relevo generacional en el gremio de cazadores ¿?, la Junta de Galicia (Núñez Feijoo) va a aprobar un cambio legislativo que permita a los niños de 14 años asistir a las cacerías desempeñando labores secundarias y, a partir de los 16, permitiéndoles disparar.  De todos es conocida la madurez nada conflictiva que acompaña a los adolescentes (no de ahora, de siempre), además de pasarse la sostenibilidad por el forro de la canana.  La Guardia Civil dedicará a sus elementos más pacientes, supongo, a la elaboración de los estudios sicológicos que acompañan la licencia de armas, porque el colectivo se las trae.  No les arriendo la ganancia. 

Ha tenido su puntito de gracia que, las siguientes noticias, eran sobre las dificultades que tiene el FBI para hacer dictámenes certeros que permitan a los particulares la compra de armas y una condena de homicidio imprudente por una muerte en un accidente de caza.  Bien traído, si señor.

Además de repetir constantemente lo de “previsible” y lo de “sensato”, se han hartado de decir que nos van a sacar de la crisis y que van a crear empleo.  ¿Debo o no debo estar acojonado?


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